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"La vida mentirosa de los adultos", de Elena Ferrante
"La vida mentirosa de los adultos", de Elena Ferrante
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3 años 10 meses antes - 3 años 1 mes antes #117
por club-lectura
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"La vida mentirosa de los adultos", de Elena Ferrante Publicado por club-lectura
Comenzamos este gélido año trasladándonos a Nápoles de la mano de Elena Ferrante y su último libro.
“Dos años antes de irse de casa, mi padre le dijo a mi madre que yo era muy fea”. Con esta frase comienza La vida mentirosa de los adultos, una novela en la que a una adolescente Giovanna se le complica la vida cuando descubre la existencia de una tía paterna de la que ni siquiera hay fotos en casa y con la que sus padres empiezan a compararla (de ahí lo de “fea”). Este descubrimiento la lleva a conocer una parte de la ciudad de Nápoles a la que todavía no había tenido acceso -ella, una chica buena que vive en la zona alta y que no había ido más allá de la casa de sus abuelos “buenos”, los maternos-, así como a relacionarse con un tipo de personas fuera, hasta ahora, de su cómoda vida. Por otro lado, el idílico matrimonio de sus padres empieza a tambalearse (le mienten, ¿ya no la quieren?); también hace aguas la excelente relación con un matrimonio amigo y sus hijas. En ese momento se produce lo que la propia Ferrante llama “la frantumaglia” (destrozo, ruptura, fragmentación), sobre todo al conocer por fin a su tía Vittoria. Es entonces cuando se obsesiona con alguien en quien se reconoce, a la que quiere parecerse y a la vez no, porque le devuelve como en un espejo, una imagen que no le gusta. Tampoco le gusta lo que empieza a ver, a intuir en sus padres, en el matrimonio amigo, esa vida mentirosa de los adultos con la que empieza a mimetizarse. Esta “frantumaglia”, nos dice Ferrante, “es el sentido de la pérdida, cuando se tiene la certeza de que todo aquello que parecía estable… formará parte pronto de un paisaje de detritos que nos parece ver”. Pero Giovanna, al igual que otros personajes de la escritora italiana, sabrá recomponerse, sabrá encauzar, mal que bien, y a base de tropezones, su vida y, por eso, después del destrozo vendrá la “sorveglianza”, “una disciplina afectiva sobre todo el cuerpo, una distensión y germinación por encima y alrededor”, que la hará aceptar a sus padres, a sus amigos, al resto de su familia. Las relaciones, tal y como ella las ha conocido, se rompen para luego volverse a unir en un nuevo equilibrio no necesariamente más avanzado ni más estable que el anterior, pero sí diferente y, al menos, elegido por la protagonista. Dice la escritora de Olga, la protagonista de Los días del abandono, otra de sus novelas que “en realidad es una mujer de hoy que sabe que no tiene que reaccionar al abandono rompiéndose. En la vida, como en la escritura, me interesa el efecto de este nuevo saber: cómo reacciona, qué resistencia pone, cómo combate las ganas de morir y conquista el tiempo necesario para aprender a soportar el dolor, qué estrategias o ficciones utiliza para volver a aceptar la vida”. Pues algo así le ocurre a Giovanna que, en su caso, no sufre un abandono por parte de su marido, sino de todo lo que la rodea y que hasta ahora habían constituido sus más sólidas bases. ¿Qué la va a diferenciar de su tía Vittoria? Quizá la lectura, la formación, la educación que le han dado sus padres y que ella acaba reconociendo a pesar de todo; esa educación, tan importante, aunque ella no lo crea, en su vida y en la de otros personajes como, por ejemplo, Roberto (frente a la falta de la misma en su novia Giulianna).
Hemos querido dejar para el final la controversia sobre la identidad de Elena Ferrante, que jamás ha aparecido en público y solo ha concedido entrevistas por correo electrónico: ¿es una mujer? ¿es un hombre? ¿son un hombre y una mujer escribiendo a cuatro manos? Realmente no nos interesa, y, por otro lado, se agradece un cambio de aires en este mundo tan saturado de autoficción. Lo que nos interesa es que Elena Ferrante nos siga contando historias tan atractivas como las que hasta ahora nos ha contado (no hemos hablado de la fantástica tetralogía “Dos amigas” y de su no menos maravillosa adaptación a la televisión con la serie “La amiga estupenda”, porque eso daría para otro post, pero desde aquí, por supuesto que os recomendamos ambas).
Os dejamos el primer capítulo de La vida mentirosa de los adultos, sólo si estáis registrados. Y el libro, cómo no, lo podéis encontrar en la Biblioteca.
“Dos años antes de irse de casa, mi padre le dijo a mi madre que yo era muy fea”. Con esta frase comienza La vida mentirosa de los adultos, una novela en la que a una adolescente Giovanna se le complica la vida cuando descubre la existencia de una tía paterna de la que ni siquiera hay fotos en casa y con la que sus padres empiezan a compararla (de ahí lo de “fea”). Este descubrimiento la lleva a conocer una parte de la ciudad de Nápoles a la que todavía no había tenido acceso -ella, una chica buena que vive en la zona alta y que no había ido más allá de la casa de sus abuelos “buenos”, los maternos-, así como a relacionarse con un tipo de personas fuera, hasta ahora, de su cómoda vida. Por otro lado, el idílico matrimonio de sus padres empieza a tambalearse (le mienten, ¿ya no la quieren?); también hace aguas la excelente relación con un matrimonio amigo y sus hijas. En ese momento se produce lo que la propia Ferrante llama “la frantumaglia” (destrozo, ruptura, fragmentación), sobre todo al conocer por fin a su tía Vittoria. Es entonces cuando se obsesiona con alguien en quien se reconoce, a la que quiere parecerse y a la vez no, porque le devuelve como en un espejo, una imagen que no le gusta. Tampoco le gusta lo que empieza a ver, a intuir en sus padres, en el matrimonio amigo, esa vida mentirosa de los adultos con la que empieza a mimetizarse. Esta “frantumaglia”, nos dice Ferrante, “es el sentido de la pérdida, cuando se tiene la certeza de que todo aquello que parecía estable… formará parte pronto de un paisaje de detritos que nos parece ver”. Pero Giovanna, al igual que otros personajes de la escritora italiana, sabrá recomponerse, sabrá encauzar, mal que bien, y a base de tropezones, su vida y, por eso, después del destrozo vendrá la “sorveglianza”, “una disciplina afectiva sobre todo el cuerpo, una distensión y germinación por encima y alrededor”, que la hará aceptar a sus padres, a sus amigos, al resto de su familia. Las relaciones, tal y como ella las ha conocido, se rompen para luego volverse a unir en un nuevo equilibrio no necesariamente más avanzado ni más estable que el anterior, pero sí diferente y, al menos, elegido por la protagonista. Dice la escritora de Olga, la protagonista de Los días del abandono, otra de sus novelas que “en realidad es una mujer de hoy que sabe que no tiene que reaccionar al abandono rompiéndose. En la vida, como en la escritura, me interesa el efecto de este nuevo saber: cómo reacciona, qué resistencia pone, cómo combate las ganas de morir y conquista el tiempo necesario para aprender a soportar el dolor, qué estrategias o ficciones utiliza para volver a aceptar la vida”. Pues algo así le ocurre a Giovanna que, en su caso, no sufre un abandono por parte de su marido, sino de todo lo que la rodea y que hasta ahora habían constituido sus más sólidas bases. ¿Qué la va a diferenciar de su tía Vittoria? Quizá la lectura, la formación, la educación que le han dado sus padres y que ella acaba reconociendo a pesar de todo; esa educación, tan importante, aunque ella no lo crea, en su vida y en la de otros personajes como, por ejemplo, Roberto (frente a la falta de la misma en su novia Giulianna).
Hemos querido dejar para el final la controversia sobre la identidad de Elena Ferrante, que jamás ha aparecido en público y solo ha concedido entrevistas por correo electrónico: ¿es una mujer? ¿es un hombre? ¿son un hombre y una mujer escribiendo a cuatro manos? Realmente no nos interesa, y, por otro lado, se agradece un cambio de aires en este mundo tan saturado de autoficción. Lo que nos interesa es que Elena Ferrante nos siga contando historias tan atractivas como las que hasta ahora nos ha contado (no hemos hablado de la fantástica tetralogía “Dos amigas” y de su no menos maravillosa adaptación a la televisión con la serie “La amiga estupenda”, porque eso daría para otro post, pero desde aquí, por supuesto que os recomendamos ambas).
Os dejamos el primer capítulo de La vida mentirosa de los adultos, sólo si estáis registrados. Y el libro, cómo no, lo podéis encontrar en la Biblioteca.
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Última Edición: 3 años 1 mes antes por club-lectura.
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