Martes, 21 de Junio de 2011 08:10

Científicos del Imibic investigan el papel de un fármaco usado para disminuir el colesterol en la prevención de la trombosis

GC/AI
Califica este artículo
(2 votos)
El equipo de investigación de Rosario López en las instalaciones del Imibic El equipo de investigación de Rosario López en las instalaciones del Imibic GC/AI


Las enfermedades autoinmunes son aquellas que están causadas porque el sistema inmunitario ataca a las células del propio organismo. En concreto, nos referiremos a las enfermedades autoinmunes sistémicas, que son aquellas que se producen cuando los anticuerpos, los encargados de identificar y neutralizar elementos extraños, atacan antígenos no específicos de un órgano en particular, según explica la investigadora del Imibic, Rosario López-Pedrera.

 

Este grupo, adscrito al Servicio de Reumatología, (dirigido por Eduardo Collantes), y bajo la coordinación clínica de la reumatóloga María Ángeles Aguirre (experta en enfermedades autoinmunes), estudia la aplicación de la fluvastatina, un fármaco tradicionalmente usado para disminuir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares, en la prevención de la trombosis y la aterotrombosis en enfermedades autoinmunes sistémicas como el Síndrome Antifosfolípido Primario (SAF), el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) y la Artritis Reumatoide (AR). López-Pedrera destacó que se trata de una línea de investigación en marcha desde el año 1995. 

López informó de que esta línea de investigación trabaja actualmente con medio centenar de pacientes con síndrome antifosfolípido primario en los que se ha evaluado los resultados de la prevención de la trombosis usando este fármaco. Unos buenos datos, ya que “vimos que no volvieron a sufrir otras trombosis durante ese período y que los efectos secundarios no eran relevantes en ningún caso”. Pero a pesar de ser un resultado exitoso, el trabajo no culmina ahí, y es que el siguiente paso sería la investigación de los mecanismos que regulan este problema. 

Estos estudios son muy importantes para las mujeres, porque más del 70% de los afectados por este tipo de dolencias son mujeres, y hombres muy pocos”. Córdoba puede albergar unos 300 pacientes con Síndrome Antifosfolípido Primario (SAF) y Lupus Eritematoso Sistémico (LES) y otros 1.500 que padezcen Artritis Reumatoide, una población mucho más elevada y con mayor grado de afectación cardiovascular, debido a que “las personas artríticas presentan más problemas de aterosclerosis temprana”. 

Además, desarrollan estudios genómicos y proteómicos cuya finalidad es la identificación de nuevos genes o proteínas cuya expresión se encuentra alterada en los pacientes, así como las variaciones promovidas en dichos patrones de expresión por efecto del tratamiento con estatinas y nuevas terapias alternativas a los tratamientos convencionales en estas patologías.

Características propias y comunes

Estas tres enfermedades, a pesar de pertenecer al mismo grupo, tienen sus rasgos característicos propios. Analizando uno a uno encontramos que la artritis reumatoide generalmente afecta a las articulaciones de ambos lados del cuerpo por igual, siendo las muñecas, los dedos de las manos, las rodillas, los pies y tobillos las partes del cuerpo más comúnmente afectadas. Su evolución puede variar considerablemente y otros factores como las infecciones, los genes y las hormonas pueden contribuir a su desarrollo. 

El lupus puede afectar cualquier parte del organismo, aunque los sitios más frecuentes son el aparato reproductor, las articulaciones, la piel, los pulmones, los vasos sanguíneos, los riñones, el hígado (el primer órgano que suele atacar) y el sistema nervioso. Además, puede originar erupciones cutáneas, artritis, anemia, convulsiones o problemas psiquiátricos y, a menudo, afecta a órganos internos entre los que se incluyen el riñón, los pulmones y el corazón. El síndrome antifosfolípido, por su parte, se caracteriza porque genera problemas en el sistema de coagulación de la sangre derivados de la actuación del propio cuerpo contra los fosfolípidos, que es un tipo de grasa que se encuentra en las paredes externas de las células.

(C.M.G. de “ Andalucía Investiga “)