Si tuviéramos que responder a la pregunta de si la fragmentación de los hábitats afecta negativamente a la biodiversidad, probablemente la mayoría de nosotros contestaríamos rotundamente que sí. Sin embargo, como suele ser habitual en ecología, la fragmentación es un proceso muy complejo en el que intervienen muchas variables. Y si cuantificar la fragmentación per se ya es una tarea difícil, evaluar sus efectos lo es aún más.

Un año más, la Universidad de Jiao Tong (en la ciudad china de Shanghái) ha presentado los resultados del Academic Ranking of World Universities (ARWU), más popularmente conocido como ranking de Shanghái. Y, como suele ocurrir cada año, su publicación suscita interés en los medios de comunicación, aunque no tanto en el seno de la comunidad académica.